martes, 25 de noviembre de 2008

Carta de un suicidio por amor

-He encontrado esta "carta" y la publicare pues pareciera escrita por aunque no lo es, expresa exactamente lo que siento ....

Allí estaba su carta en el suelo, ya mucho antes que aquél pedazo de papel, el silencio había delatado su eterna ausencia…

Aquí dejo mi cuerpo, donde mi amor ha dejado de vivir.
¡¡Que triste historia!! Dirán los ilusos que la recorran a lo largo de los años, o los aún más ingenuos expresarán suspirando ¡Qué trágico final!
Nada entienden realmente del amor quienes eso dicen, ¿Qué es el amor? sino una hermosa e irremediable tragedia en la que nos hundimos sabiendo que puede durar tan solo una vida, y para amar, eso es muy poco. ¿Acaso aquellos que son religiosos no se casan sabiendo que un día la muerte los va a separar?
¿Triste historia? Esa sería la de un hombre y una mujer que viven una vida juntos sin haber estado ni cerca de conocer la única sensación que nos hace saber realmente que estamos vivos, no esta historia.
¿Triste final? Sería triste el ocaso del día más bello, pero no le restaría la felicidad a nuestras retinas de haber vivido la perfecta jornada. Así de triste es que este amor se termine, sin embargo no puede este desenlace borrar de mi alma el haber vivido el perfecto amor.
Solo quienes amen algo o alguien podrán entender, que esta daga, es la única acompañante posible para el final de esta magnífica aventura. Por eso para ellos nada más es este papel, testigo solitario de este acto por el cual acorto la parte de mi vida que tan solo va a sobrar.


Julieta Capuleto